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domingo. 08.06.2025
TRIBUNA POLÍTICA

Trump en Washington como un triunfante general romano

Trump se coloca por encima de Washington en un discurso triunfalista con resonancia del Imperio Romano.

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En el discurso triunfalista de Trump faltó el esclavo que solía recordarle al vencedor su mortalidad, para que no se creyera un dios, aunque un congresista demócrata intentó cumplir con ese papel. 

Es el mismo Capitolio que fue asaltado por sus fanáticos partidarios para evitar la proclamación de su derrota electoral y en donde fue impugnado por dos veces. Pero su primer discurso ha sido triunfal, como si fuera un general romano que hubiese librado una exitosa campaña militar. Solo faltó el esclavo que, sujetando la corona de laurel sobre su cabeza, le recordarse su mortalidad y que por lo tanto el victorioso triunfador no era un dios. Aunque, bien mirado, ese papel vino a desempeñarlo ese veterano congresista demócrata que blandía su bastón mientras le afeaba sus ilegales despidos de funcionarios.

Europa está preparándose para lo peor y Canadá ve amenazada su propia soberanía, igual que Dinamarca o Panamá

También mostraban carteles en los que se leía “eso es mentira”, cada vez que Trump daba datos exagerados o falsos, lo cual hacía imposible mantener el cartel sin alzarlo. Pero la bancada republicana se ponía de pie y aplaudía fervorosamente todas esas patrañas que se acompañaban de graves amenazas, como la eventual anexión de Groenlandia, que Trump se propone conseguir de una forma u otra. Era el mismo escenario con idéntico actor, pero en el Capitolio se dio una representación muy preocupante para la democracia estadounidense y el equilibrio geo estratégico mundial.

Trump se ve a sí mismo refundando su nación y se considera mejor presidente que George Washington, al que coloca en segundo lugar. Esta megalomanía sería risible, si no fuera por el daño que puede hacer a las instituciones norteamericanas y a la economía global. No faltaron elogios para un trajeado Elon Musk al que se presentó como héroe de los recortes, cuando es un particular que sigue con sus negocios privados y tiene ilimitado a los datos de la competencia, lo cual socava el principio de un libre mercado, al igual que lo hacen unos aranceles proteccionistas. En su caso los carteles demócratas rezaban “Musk nos roba”.

Putin está frotándose las manos con este aliado incondicional en La Casa Blanca, mientras tiembla el resto del mundo

Al parecer se propone rebajar impuestos y llenar las arcas con aranceles, al tiempo que pide dinero para expulsar a los inmigrantes pobretones, culpables a su trastornado juicio de la delincuencia y que supondrían un lastre para el país, como si el sector servicios y ciertos empleos no se nutrieran con ese colectivo. Hay que perforar sin tregua para extraer petróleo y explotar yacimientos propios o ajenos de cualesquiera recursos naturales, aboliendo cualquier consideración sobre la emergencia climática y un desarrollo sostenible responsable para con las nuevas generaciones.

Ningún atisbo de autocrítica en su maltrato a Zelenski. Está feliz por haber impuesto sus amenazas y entender que convertir a Ucrania en una colonia económica estadounidense representa la mejor garantía para terminar con un conflicto bélico cuyo iniciador saldrá premiado y exonerado. Putin está frotándose las manos con este aliado incondicional en La Casa Blanca, mientras tiembla el resto del mundo. Europa está preparándose para lo peor y Canadá ve amenazada su propia soberanía, igual que Dinamarca o Panamá.

Trump en Washington como un triunfante general romano