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Juan Durán (1874-1941) fue un campesino que desarrolló un intenso protagonismo en el socialismo de Sitges, donde trabajó en la creación de la Sociedad de Obreros Agricultores y en la fundación de la Agrupación Socialista, además de impulsar la construcción de la Casa del Pueblo. Fue concejal de Sitges y miembro del Comité Nacional del PSOE por Cataluña. En los inicios de la CNT, a cuyo congreso fundacional asistió fue partidario de la unión de la UGT con la CNT. Por su parte, en la Dictadura de Primo de Rivera fue un decidido partidario de la colaboración, especialmente en los Comités Paritarios, para después participar en los Jurados Mixtos en tiempos de la República. Terminaría en las filas del PSUC.
Pues bien, Durán hizo su particular análisis sobre la situación del socialismo catalán en el cambio entre los años 1923 y 1924. Dicho análisis (“¡Paso al socialismo, catalanes!”) fue publicado en El Socialista, en el número 4652 de 5 de enero de 1924.
El análisis comenzaba con la constatación de que no se había avanzado estadísticamente, salvo alguna excepción, desde 1887. En Cataluña había tenido éxito todo tipo de tácticas, ideales y procedimientos, por criminales o extremistas que fuesen, pero no el socialismo.
En los medios obreros habían triunfado anarquistas y sindicalistas, pero para Durán habían dejado a la clase obrera sin rumbo fijo ni orientación adecuada, al albedrío de la reacción, y en peor situación que en cualquier país europeo.
Como dato elocuente ofrecía el número de los diputados por Cataluña en las últimas Cortes, donde imperaban los de la Lliga, monárquicos y, a distancia, los republicanos. Algo que se repetiría en otras instituciones representativas, solamente pudiendo aportarse un puñado de concejales socialistas en Mataró, Tortosa, Manlleu, Pineda y Sitges.
Durán afirmaba una aparente paradoja. Si los hombres libres de Cataluña deploraban cómo estaba la representación política, como socialistas había que enorgullecerse. Para luchar contra los socialistas se habían unido los más opuestos extremos, empleando cualquier medio. Medio siglo había durado esta situación, obstaculizándose el progreso de los ideales de justicia, fraternidad, y emancipación, pero no había fracasado porque no había podido prevalecer en ningún momento. Solamente se podía aludir a una especie de paréntesis con la elección de Largo Caballero en 1918 como diputado por Barcelona, pero en un contexto determinado, ya que saldría elegido por la reacción popular contra la represión ejercida contra el Comité de Huelga de la Huelga General del verano de 1917.
Durán insistía en una especie de alianza entre los elementos de la Lliga con los lerrouxistas, y con el apoyo exterior de la abstención promovida por los anarcosindicalistas para explicar el escaso empuje socialista. Pero había un hecho esperanzador que, según Durán, partía de la constatación de que la clase obrera catalana empezaba a aceptar el programa del Partido Socialista y el principio de la lucha de clases. El año 1924 se presentaba, en su opinión, como esperanzador. Un indicio era el surgimiento de La Justicia Social.
En el Diccionario Biográfico del Socialismo Español contamos con una biografía detallada de nuestro protagonista, y con unas oportunas referencias bibliográficas.