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Mauro Nicolás Gamboa
Natos y Waor, después de lo realizado el pasado 7 de junio en el estadio Metropolitano del Atlético de Madrid, en la capital española, con motivo de la celebración de su 15º aniversario de trayectoria, ya figuran en las páginas doradas del libro de la música universal al llevar al rap hasta el olimpo.
Tres horas que se pueden resumir como un film artístico de gran calidad y su opera prima en estadios de balompié. Auguro que es la primera de muchas
60.000 almas, en su mayoría con camisetas de futbol de distintas épocas y equipos, calentaban motores en las inmediaciones del feudo del equipo madrileño, refrescando sus espíritus en una jornada en la que ya acariciaba el calor todas las pieles, pero que nada seria en comparación al fuego colosal que encendieron los artistas en el interior de su público. Se podría definir como un caballo de Troya sonoro con el que Natos y Waor, rodeados de muchísimos colegas de profesión, mordieron certeramente el corazón de sus devotos seguidores.
En la conferencia de prensa que ofrecieron los días previos de la importante cita, ambos compositores anunciaban que sería algo muy grande, emotivo, que lo habían preparado con todo el cariño, que no habían escatimado en producción y que habría muchos invitados. Tres horas que se pueden resumir como un film artístico de gran calidad y su opera prima en estadios de balompié. Auguro que es la primera de muchas.

Las siete pantallas leds inmensas, presididas por los nombres de los protagonistas en letras gigantes, sumadas a las circulares del primer anillo del estadio, que conformaban una panorámica de visuales de 360 grados verdaderamente hipnóticas, se encienden a las 21 horas en punto mostrando un barco pirata desafiante y de enormes dimensiones. La parte inferior de la pantalla central se gira y aparecen monjes encapuchados con túnicas en tonos rojo vino que ofician de coro y acto seguido, aparecen Natos y Waor para interpretar “Piratas” y el estadio se pone a latir al unísono. Comienza la celebración. El primer himno de la velada fue una flecha certera. Un show en la que estuvieron acompañados de principio a fin por sus fans. Los artistas se entregaron en cuerpo y alma, pero sus seguidores también. No cesaron ni un instante de cantar, aplaudir, de mover sus brazos en alto, menear sus cabezas, hacer pogo si la ocasión lo requería, vitorear y rubricar esa enorme conexión con los cantantes.
Recycled J, Chamán, Israel B, Al Safir, Chamán, Naiara, Delaossa, III Pekeño, Hoke, Fernando Costa, Denom, Zatu y SFDK entre otros, fueron algunos de los artistas que acompañaron a los talentosos Natos y Waor, en un concierto, en el que hicieron tocar el cielo de Madrid con sus manos a los fans que habían agotado todas las entradas. Una verdadera fiesta de rap en castellano.
El dúo hispano argentino repasó, piezas de toda su discografía, corroborando su evolución y la comunión con sus seguidores. A destacar son las trabajadas visuales, el show de lasers, el increíble espectáculo de disparos de llamaradas de fuego, la cuidada decoración en la que en un momento vuelven al banco de la plaza. Si el micrófono no funciona por esas cosas del directo, el respetable acompaña apoteósicamente. Si el grupo desvela nueva gira en “modo secreto” para el próximo año, el público ruge. Van presentando artistas y los vítores son estruendosos.

Promediando las 22 horas, las letras gigantes con el nombre de los artistas que presiden el stage, se empiezan a encender y apagar a un ritmo vertiginoso en tonalidades blancas, son acompañadas por un espectacular juego de luces que toma velocidad y de los sonidos que son disparados desde consolas y, acto seguido, comienza el set de “Hijos de la ruina” junto a Recycled J. Uno de los tantos momentos para enmarcar del concierto. Otro fue el acompañamiento de un power trio de batería, bajo y guitarra que los apoya en algunas canciones. También hubo un quinteto de cuerdas, que rubrica la inquietud artística del dúo y su búsqueda continua de explorar nuevos sonidos y texturas en sus composiciones y en sus directos.
“Por ti”, “Caminaré”, “Rocknrollas”, “Carretera”, “Medias Tintas”, “Demonios y bares de viejos” “Nosotros” y “Sudores Fríos”, son algunos de los himnos atemporales que interpretan y transforman el increíble concierto en inmortal. Hay momentos para que cada uno agradezca a su familia, pareja, al staff. Hay espacio para que individualmente brillen. Quizás en ello radica el éxito del combo. En esa unión personal y artística que se evidencia y que reflejan en su palabras y actos.
Antes de concluir, quiero agradecer especialmente a todo el equipo de Rock and Control por su profesionalidad, trabajo, colaboración y ayuda en todo momento, para que los profesionales podamos llevar a cabo nuestra tarea de la mejor forma posible.
También a mi buen compañero de tantos conciertos, el doctor de la lente, el querido Cesar Lorenzo, mejor conocido como El Paparazzi Musical por sus fotografías y a Miguel García de Taste The Floor y a Lara Ballesteros de Es Music Agency.
La mordida final de rap, deja temblando los esqueletos de los 60.000 fans. Ejecutan sus himnos “Bicho raro”, “Cicatrices” y “Es como la cocaína”. Fuegos artificiales por doquier iluminan el cielo de Madrid y ponen punto y final al concierto más importante, de momento, en la trayectoria de Natos y Waor.
Si han cometido el sacrilegio de no haber visto aún en directo a Natos y Waor, no lo duden ni un instante y sean participes de una experiencia vital que los cautivará por completo hasta formar parte intrínseca de vuestro ADN.