
āLa razón por la cual rescatĆ© a los niƱos tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidadā, comentaba Irene Sendler
Por Edmundo FayanĆ”s | Concluido el conflicto de Gaza temporalmente, es hora de analizar la situación de una forma frĆa y alejada del apasionamiento del momento.
Irene Sendler, mujer polaca que salvó a dos mil quinientos niƱos judĆos en el gueto de Varsovia, cuando se le preguntaba que porque lo habĆa hecho, decĆa āLa razón por la cual rescatĆ© a los niƱos tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidadā.
La historia del gueto judĆo de Varsovia es una de las grandes ignominias sufridas por la humanidad. Perpetrado por el fanatismo de los nazis en nombre de la etnia. Costó alrededor de medio millón de judĆos muertos, con unos cien mil muertos dentro del propio gueto debido al hambre y a las enfermedades y los otros cuatrocientos mil murieron en el campo de exterminio de Treblinka.
Uno que ira al pueblo judĆo por muchos motivos, su capacidad de mantener su cultura, su lengua, su capacidad de iniciativa en amplios campos de la creación intelectual, financiera, mĆ©dica, etc., hace que sienta un profundo malestar por todo lo que estĆ” haciendo Israel en Gaza.
Desgraciadamente, con los sucesos reiterados que se dan en Gaza, nos volvemos a encontrar con un gueto como el de Varsovia, en el territorio de Gaza, y aplicado en este caso por Israel. Estamos ante una nueva ignominia en pleno siglo XXI, que estĆ” siendo tolerado por la comunidad internacional, con un gran silencio de los paĆses occidentales, tan exigentes en cambio con otros paĆses y no con Israel, la doble moral.
La propia creación del Estado de Israel se hizo a costa de los palestinos, que provocó la salida de un pueblo que ha vivido en él toda su historia, para que se asiente otro.
ĀæTienen derecho los judĆos a tener un Estado?
La respuesta es SĆ, pero el mismo que tienen los kurdos, los baluchies y tantos otros que no lo tienen. Ese derecho nunca debe ser a costa de otros pueblos, que ya viven en ese territorio, como sucedió con Israel.
Desde el inicio del siglo XX, la comunidad judĆa internacional fue lentamente llevando a judĆos a la zona que actualmente ahora ocupa, aprovechando el gran poder financiero que el mundo judĆo tiene.
ĀæQuiĆ©n diseñó este Ć©xodo judĆo?
Dentro del mundo judĆo existe desde hace aƱos una corriente ideológica āel sionismoā (doctrina totalitaria y etnicista) cuya Ćŗnica finalidad es tener un territorio y un Estado y dejar de ser apĆ”tridas. A comienzos del siglo XX vivĆan en Palestina medio millón de Ć”rabes y unos cincuenta mil judĆos. Ya en la dĆ©cada de 1930 llegaban a trescientos mil judĆos muy por encima de las cuotas impuestas por Gran BretaƱa que era la potencia colonizadora y cerca del millón de Ć”rabes consecuencia de su alta natalidad.
El gobierno britĆ”nico en 1939 declaró su objetivo de establecer un Estado palestino con ambos pueblos compartiendo el gobierno. Sin embargo, con el dinero que fue aportando el sionismo se fue comprando tierras en Palestina y se establecĆan kibutz, que eran defendidos por milicias sionistas.
Ante los continuos enfrentamientos entre ambas comunidades, Gran BretaƱa se retira de Palestina en 1949 y Ben Gurion proclama el Estado de Israel. Desde entonces, hemos asistido a las guerras de 1949, 1967, 1971 y posteriormente a muchos conflictos. Hemos podido comprobar matanzas de Israel como la de Sabra y Shatila en 1982, con la muerte de miles de palestinos a manos del general Ariel Sharon.
Israel es el Ćŗnico paĆs del mundo que no ha cumplido ni una sola de las resoluciones de las Naciones Unidas y ademĆ”s cuenta con el derecho de veto de Estados Unidos para cualquier resolución que no interese a Israel.
Los palestinos viven en un autĆ©ntico apartheid, asĆ por ejemplo en julio de 2005, el parlamento aprobó una ley de inmigración que impide la reunificación familiar para israelĆes casados con palestinas menores de 25 aƱos o mujeres israelĆes casadas con palestinos menores de 35 aƱos. Hay casi ocho millones de palestinos exiliados por todo el mundo sin derecho a volver a sus casas.
Israel nunca ha firmado el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y sin embargo se le ha dado la tecnologĆa para tener armas nucleares y toda la comunidad internacional calla y mira hacia otro lado. Mientras se impone sanciones a IrĆ”n.
Los palestinos de Israel pagan cinco veces mĆ”s que un judĆo por el agua. No pueden hacer nada sin el consentimiento del ejĆ©rcito israelĆ. Gaza es una cĆ”rcel a campo abierto. No entra ni sale nada sin el consentimiento de Israel, incluso las finanzas de Gaza pasan por sus manos.
¿Qué hace el mundo occidental ante tal barbarie?
Calla y calla. Mientras a otros da lecciones de Ć©tica y moralidad. Al leer este artĆculo algunos me llamaran antisemita, cosa que hace la prensa occidental cuando alguien muestra una discrepancia con la forma de actuar de Israel, pero nada mĆ”s lejos de la realidad. Esto que cuento es lo que ha sucedido, e igual que condenó la masacre del gueto de Varsovia, tengo el deber de condenar lo que sucede en el gueto de Gaza y sigo al pie de la letra las palabras de Irene Sendler.
AquĆ los Ćŗnicos antisemitas son los seguidores de las doctrinas sionistas que estĆ”n llevando a la desaparición del pueblo palestino y al desprestigio total del mundo judĆo, por muy fuertes que se sientan actualmente y para ello deben aprender de la historia, la cual ya la han sufrido.