El marquĆ©s de la Ensenada decĆa: āNo hay en Europa un reino que menos haya ejercitado el arteā¦.. para socorrer unas provincias a otras, evitando la extracción de dinero a dominios extraƱosā.
Como verĆ”n yo estoy muy unido al tema del agua y he publicado numerosos artĆculos sobre dicho tema. Desde el punto de vista histórico, hoy vamos a ver uno de los proyectos mĆ”s curiosos, que podamos imaginar, hacer Madrid o Pamplona puerto de mar.
Tanto los Austrias como los Borbones, quisieron hacer Madrid puerto de mar. Vamos a ver los distintos proyectos que se plantearon en los últimos cuatrocientos cincuenta años.
Resulta una historia sorprendente pero que buscaba poner en valor el interior de EspaƱa y asegurar el futuro de Madrid como capital del Estado espaƱol.
Esta situación de desventaja comercial harĆ” que a lo largo de casi cinco siglos haya distintos proyectos, cuya finalidad es buscar una salida navegable para llegar al mar desde Madrid y evitar los inconvenientes económicos de estar en el interior del paĆs.
Hubo tres proyectos muy claros y definidos para hacer Madrid puerto de mar. Veamos cómo eran:
1Āŗ Primer proyecto
Este primer diseño fue el de Felipe II en el año 1580. Era el momento histórico de mayor esplendor del imperio español.
Era la época de los arbitrista, los cuales ideaban cosas imposibles de realizar y tuvieron precisamente en estos momentos históricos su edad de oro, sobre todo a mediados del siglo XVIIPara la realización de dicho proyecto se contrato al ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli.
En aquellas Ć©pocas, el caudal de nuestros rĆos ibĆ©ricos era el triple que el actual. No habĆa pantanos que pudieran dificultar la navegación en consecuencia su cauce era totalmente natural. Cuestión que ahora serĆa impensable en primer lugar, por los bajos caudales de los rĆos y en segundo lugar, por la cantidad de presas existentes en los mismos.
Antonelli, diseñó un plan para ampliar los cauces de los rĆos Manzanares, Jarama y Tajo, que permitiera el recorrido fluvial entre Madrid y Lisboa, jugando Aranjuez y Toledo un papel muy importante. La finalidad era conseguir, que el oro y las riquezas que venĆan de AmĆ©rica llegaran directamente a Madrid. Por otro lado, tambiĆ©n debĆan llegar las especias, muy apreciadas en aquellos momentos, asĆ como otros productos.
Juan Bautista Antonelli.
Junto a la llegada de los productos de AmĆ©rica, tambiĆ©n permitirĆa sacar los productos agrĆcolas y manufactureros, que producĆa Castilla, por lo que se mejorarĆa la economĆa del interior de EspaƱa. Estos productos, al llegar a Lisboa, se podrĆan llevar al resto de las costas espaƱolas y por otro lado surtir a AmĆ©rica de sus necesidades. Entonces, Portugal formaba parte de EspaƱa.
Las mercancĆas, que iban hacia Madrid, se encarecĆan notablemente debido al sobreesfuerzo que suponĆa su transporte terrestre. Los caminos desde CĆ”diz a Madrid estaban en muy mala conservación y habĆa que salvar los numerosos peligros, que significaba el bandolerismo que habĆa en Sierra Morena
El proyecto presentaba grandes dificultades tĆ©cnicas. Sin embargo, Antonelli aseguró a Felipe II que con la tecnologĆa de aquel tiempo, podrĆa acometerse semejante proeza. El Ć©xito del plan sólo era cuestión de una buena y abundante financiación. Aprovechando, un momento que las aguas del Manzanares habĆa elevado su caudal, Antonelli consiguió navegar en un cano con remo, prĆ”cticamente desde Lisboa a Madrid.
Felipe II emprendió los trabajos de ampliación del cauce entre las ciudades de Abrantes y AlcĆ”ntara. Su plan pasaba por ensanchar el rĆo Tajo desde Lisboa, para hacerlo navegable hasta Madrid. La conexión serĆa a travĆ©s de la desembocadura del Jarama en el Tajo, y a su vez en la confluencia del Manzanares con el Jarama. Sin embargo, este proyecto significa la inversión de grandes cantidades de dinero, que se vio superado por dos hechos que hicieron que se abandonara el proyecto.
En primer lugar, Felipe II habĆa invertido mucho dinero para crear la llamada āarmada invencibleā para asĆ intentar derrotar a Inglaterra, que como todos sabemos terminó en un estrepitoso fracaso. En segundo lugar, coincide con varias bancarrotas del Estado. Fue el momento en que los banqueros alemanes y holandeses acudieron a salvar a Felipe II.
El conocido puente de Segovia lo planifica el arquitecto real Juan de Herrera. Es un puente majestuoso, si lo comparamos con lo que es el rĆo Manzanares. Es ahĆ donde se diseƱa la instalación del puerto de Madrid.
2 Segundo proyecto
El conde duque Olivares propone a Felipe IV desarrollar el segundo proyecto para hacer realidad, que Madrid fuera puerto de mar. Luis Carduchi escribió un libro en Ć©l que planteaba la posibilidad de abordar la navegabilidad del rĆo Tajo hasta Madrid. Se encarga el proyecto a Luis Carduchi un afamado matemĆ”tico y se le pide que reconozca el tramo entre Toledo y AlcĆ”ntara, pues ya era navegable desde AlcĆ”ntara hasta Lisboa.
DespuĆ©s de realizar sus estudios Carduchi, valora que el proyecto es totalmente viable. Para realizarlo se iba a apoyar en la utilización de la pólvora y de picos en aquellas zonas con mayor dificultad. AdemĆ”s, propone desviar el cauce del rĆo, aprovechando las zonas ya trabajadas en el primer proyecto de Antonelli.
A este proyecto se le unirĆa la necesidad de llevar tropas, alimentos y todo lo necesario para la guerra, pues Portugal habĆa iniciado la guerra de Independencia para separarse de EspaƱa.
Fue en el aƱo 1668, cuando EspaƱa reconoce la independencia de Portugal, con lo cual acaba el sueƱo de unir Madrid con Lisboa.
Sin embargo, se presenta una segunda versión del proyecto. Esta es una propuesta hecha por los coroneles del cuerpo de ingeniero Carlos y Fernando de Grunemberg. Este proyecto es presentado a la Regenta, Mariana de Austria a finales del siglo XVII. Propone hacer navegable el rĆo Manzanares desde El Prado hasta Toledo. Estos mismos ingenieros afirman, que la navegación desde Toledo a Lisboa presentaba pocas dificultades, y se debĆa llegar a acuerdos con Portugal para facilitar la navegación. Pensaban que a Portugal le interesarĆa el proyecto, porque ampliarĆa sus posibilidades de comercio.
La finalidad de esta segunda versión era abastecer a Madrid de trigo, leƱa y carbón vegetal, que escaseaba y podrĆa obligar a tener que abandonar Madrid como capital del Estado.
Estos dos ingenieros tienen claro, que el caudal del rĆo Manzanares y el del Jarama y Tajo son mĆ”s que suficientes para poder llevar a cabo este proyecto.
Nuevamente, las circunstancias polĆticas (con guerras continuas) y la crisis económica impiden llevar a cabo dicha obra por el gran coste que suponĆa. Uno de los consejeros de la Regente dice āSi Dios hubiese deseado que ambos rĆos, Tajo y Manzanares hubiesen sido navegables, con un solo fiat (que es consentimiento o mandato para que una orden tenga efecto) lo hubiese realizado, y serĆa atentativo a los derechos de la Providencia mejorar lo que ella, por motivos inescrutables, hubiera querido que quedase imperfectoā.
El tercer proyecto
Con la llegada de la casa sa de los Borbones al Estado espaƱol y con la aparición del movimiento de la Ilustración, se produce un gran resurgimiento del saber cientĆfico, pero sobre todo el desarrollo de las ciencias aplicadas.
En ese momento histórico se produce en Francia un gran interĆ©s por la navegación fluvial y se realiza el canal del Languedoc, que serĆ” el modelo a seguir en la EspaƱa interior, para asĆ salvar la carencia de medios de comunicación terrestres y en consecuencia, se intentarĆa dinamizar la EspaƱa del interior con el comercio y la posibilidad de tener ventas de sus producciones agrĆcolas y manufactureras.
Los grandes ilustrados espaƱoles como Jovellanos, Ward, Campomanes, el marquĆ©s de la Ensenada,, Floridablanca y CabarrĆŗs plantean dedicar grandes esfuerzos económicos y sociales para hacer viables las provincias del interior de EspaƱa. Buscan la neutralidad en las guerras del continente y ese dinero dedicarlo al desarrollo, siendo su lema āpaz y desarrolloā.
Conocieron y estudiaron el desarrollo del canal del Languedoc , para asà poder proponer para España un conjunto de canales que permitieran la navegación interior, siendo Madrid el gran centro de las redes de comunicación fluvial de España.
De esta época funciona el canal Imperial de Aragón, que tiene 150 km y une El Bocal (situado al sur de Tudela en Navarra) y llega hasta El Burgo de Ebro ya al sur de Zaragoza. Se realizó el canal de Castilla con una longitud de 207 km, va desde Valladolid hasta Alar del Rey. Sale de este canal de Castilla un ramal hasta Medina de Rioseco.
A lo largo del siglo XIX, se insistirĆ” en unir Madrid con el canal de Castilla por un lado, dĆ”ndole salida hacia el mar CantĆ”brico. Por otro lado, se diseƱo un canal que uniera Segovia con Reinosa. Dicho proyecto es presentado por el ingeniero francĆ©s Carlos Lemaur junto al capitĆ”n Antonio de Ulloa. Una vez llegado el canal a Reinosa, se construirĆa otro tramo utilizando esclusas y llegarĆa hasta Santander.
Esto significarĆa unir Madrid con Santander por vĆa fluvial. AsĆ la capital se unirĆa con el mar CantĆ”brico. La ventaja que tiene este proyecto se realizaba Ćntegramente dentro del paĆs. Si miramos el mapa de EspaƱa, enseguida comprenderemos las grandes dificultades que representaba la realización de dicho proyecto, por lo escabroso de la orografĆa y en consecuencia el gran dispendio económico que significaba. Esto Ćŗltimo hace que nunca se lleve a cabo este proyecto.
TambiĆ©n de esta Ć©poca ilustrada corresponde el diseƱo de unir el mar MediterrĆ”neo con el mar CantĆ”brico, haciendo a Zaragoza y Pamplona puerto de mar. El diseƱo pasaba por la utilización del rĆo Ebro que entonces tenĆa un caudal triple al actual y era navegable con facilidad. Pasado Zaragoza seguirĆa por Tudela, hasta llegar a Peralta en Navarra y cogerĆa el afluente del Ebro, el rĆo Arga.
Se subirĆa por el cauce del rĆo Arga hasta llegar a Pamplona, que tambiĆ©n seria puerto de mar, siguiĆ©ndose hasta Irurzun. A partir de ahĆ se proyectaron dos alternativas:
- Seguir el cauce del rĆo Araquil a travĆ©s de la Barranca hasta los alrededores de Alsasua, dando el salto hasta Tolosa. Este trozo presentaba grandes dificultades orogrĆ”ficas. Llegados a Tolosa se continuarĆa siguiendo el caudal del rĆo Oria hasta San SebastiĆ”n.
- La otra alternativa era seguir el trazado de la actual autovĆa, que une Pamplona con San SebastiĆ”n, pero en vez de ir por arriba es ir por el fondo del valle hasta llegar a Tolosa y de ahĆ hasta la capital donostiarra.
Carlos Lemaur
Hay muy pocas referencias escritas y evidentemente eran proyectos que nunca llegaron a ser plasmados por los ingenieros en diseƱos concretos.
Volviendo a Madrid y su deseo de ser puerto de mar, los Borbones empezando por Fernando VI y llegando hasta Fernando VII navegaron por el Manzanares, Jarama y Tajo, para lo cual hubo un continuo mantenimiento de su cauce.
Llegó a tener un cuartel con una dotación de doscientos hombres, de los cuales ciento veinte eran marineros para remos, y componĆan la escuadra del Tajo y dotada de cinco falĆŗas reales.
El mayor proyecto de Madrid puerto de mar se desarrolló a lo largo del siglo XVIII.
Felipe II quiso que el rĆo Tajo fuera navegable desde el AtlĆ”ntico hasta Toledo y de ahĆ por el Jarama y Manzanares hasta Madrid.
Por un lado, estĆ” el desarrollado por Fernando VI. Este se debe porque a mitad del siglo XVIII, Madrid sufrĆa grandes carencias alimenticias y se entiende que la Ćŗnica posibilidad de permanecer como capital del Estado era hacerlo puerto de mar que asegurara el abastecimiento.
El proyecto de unir Madrid con Lisboa es aprobado por Real Orden del aƱo 1756, siendo presentado por Simo y el arquitecto Briz. Para Fernando VI este proyecto es vital para Madrid. Para poder salvar las posibles reticencias se contaba con la esposa de Fernando VI, la reina BĆ”rbara de Braganza, que pertenecĆa a la familia real portuguesa y las relaciones entre ambas familias reales eran en esos momentos muy buenas.
Nuevamente el proyecto no se lleva a cabo pues se produce la muerte de Fernando VI.
Le sucede Carlos III que decide hacer un canal navegable partiendo desde el puente de Toledo. Se completaron diez km de infraestructura navegables y se llamó el Real Canal del Manzanares. Hemos de saber que durante mÔs de cincuenta años, bajo los reinados del ya dicho Carlos III pero también de Carlos IV y Fernando VII se realizaron obras sobre este proyecto.
Ilustración de la batalla naval o ānaumaquiaā realizada en 1570 en un estanque de Madrid.
Entre otros elementos de este proyecto habĆa una noria, cuya finalidad era aportar agua suplementaria al caudal, ya que el rĆo Manzanares no tenĆa lo suficiente. Se sabe que se utilizó agua subterrĆ”nea para que aportara mĆ”s agua.
Fernando VII da un nuevo impulso al canal navegable, nombrado al duque de Alagón como encargado de este proyecto, para que acabara de ejecutar el tramo de Vallecas hasta Vaciamadrid.
Se construyeron diez esclusas, cuatro molinos de agua y varios botes de transporte e incluso una pequeña capilla próxima al puente de Toledo. Se añadieron edificios destinados a oficinas. La entrada del canal se protegió con una gran puerta de metal y se plantaron Ôrboles a lo largo de las dos riberas
El canal de Guadarrama
Se trata de construir un canal navegable desde Guadarrama hasta Sevilla. TendrĆa una longitud de 771 km. Se encargó el proyecto al ingeniero militar Carlos Lemaur, que como hemos visto, tambiĆ©n habĆa participado en el canal de Castilla.
El canal del Guadarrama fue diseñado como una continuación del canal del Guadalquivir hacia el norte y el canal del Manzanares hacia el sur.
Mapa del trazado del canal Madrid-SanlĆŗcar.
Tanto Floridablanca como CabarrĆŗs fueron grandes defensores del mismo. Estos estaban convencidos de que la obra estarĆa terminada en un plazo de unos quince aƱos. El diseƱo del canal que unĆa Madrid con Sevilla fue seguido en su totalidad en las obras del AVE de finales del siglo XX, que une la capital con Sevilla. Los ingenieros actuales alabaron la precisión de los datos que tenĆa Carlos Lemaur.
Como el problema siempre era la cantidad de agua para el canal, se pensó en construir la presa del Gasco, que almacenarĆa el agua del Guadarrama y se situarĆa cerca de Torrelodones.
Esta presa iba a ser la que tuviera mĆ”s altura del mundo pues tendrĆa noventa y dos metros. Para la realización de dicha presa, se emplearon a varios centenares de presos.
Sin embargo, el 14 de mayo de 1799, unas grandes lluvias produjeron el derrumbe casi total de la presa. Hasta este momento se habĆa realizado unos 26 km del canal y quedaban otros tantos para su finalización.
En el año 1818, el ingeniero Larramendi retoma el proyecto de Lemaur, introduciendo algunas modificaciones. Fernando VII aprueba el nuevo proyecto y el 28 de julio de 1829, se firma junto al rey de Portugal, Miguel I un Tratado, acordando la navegación a ambos lados de la frontera y se propone la utilización de barcos de vapor.
Al final, como en todas las ocasiones anteriores no se llevaron a cabo por sus elevados costes financiero, asĆ como por las circunstancias históricas de ese momento, pues ya surgió el problema carlista que ocasionarĆa a lo largo del siglo XIX tres guerras civiles. AdemĆ”s, no se tuvo un apoyo financiero suficiente.
Otro aspecto que hemos de considerar es que ya en esos momentos aparece el ferrocarril, que solucionarĆa los problemas de comunicación y de comercio entre las diversas zonas del interior con la costa y los diferentes territorios.
Este trabajo ha sido posible utilizando la siguiente bibliografĆa::
MerchĆ”n Gabaldón, Faustino. āMadrid, puerto de mar?"
Besas, Marco y Peter. āMadrid ocultoā.
Vista de Madrid, con el Manzanares y el Palacio Real. 1753.