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domingo. 15.06.2025
LECTURAS SUMERGIDAS | REVISTA LITERARIA

Tony Judt, el precio del compromiso

Por Emma Rodrƭguez | Si hay un pensador de las ideas polƭticas al que merece la pena acercarse si de verdad queremos entender los derroteros de las sociedades contemporƔneas, Ʃse es Tony Judt.

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Tony Judt Ā© John R. Rifkin

lecturassumergidas.com |  @lecturass | Por Emma RodrĆ­guez | Si hay un pensador de las ideas polĆ­ticas al que merece la pena acercarse si de verdad queremos entender los derroteros de las sociedades contemporĆ”neas, Ć©se es Tony Judt, un interesantĆ­simo historiador que falleció en 2010, con apenas 62 aƱos, a consecuencia de una enfermedad degenerativa, dejĆ”ndonos el legado de una obra en la que ya atisbó los fracasos del presente. Ahora recuperamos su voz, el Ć­mpetu de sus anĆ”lisis crĆ­ticos, contrastados y detenidos, a travĆ©s de la lectura de ā€œEl peso de la responsabilidadā€, un nuevo libro que acaba de ser publicado en nuestro paĆ­s por Taurus y que es un compendio de tres cortos y reveladores estudios sobre el pensamiento, las biografĆ­as, las decisiones e indecisiones de tres intelectuales esenciales en la Francia del siglo XX, tres figuras que representan todas las contradicciones de una Ć©poca convulsa: Albert Camus, Raymond Aron y LĆ©on Blum.

Para los que ya conocen tĆ­tulos suyos como  ā€œPostguerraā€ o ā€œEl refugio de la memoriaā€; para quienes se hayan acercado a la obra con la que este hombre se despidió del mundo, un deslumbrante testamento, una reveladora conversación con otro historiador, Timothy Snyder, en la que Judt fue desplegando sus experiencias y circunstancias vitales, bajo el tĆ­tulo de ā€œPensar el siglo XXā€, este tomo que ahora llega a nuestras manos podrĆ­a considerarse un enriquecedor apĆ©ndice, ya que el autor sigue indagando en el que fue su gran tema de estudio, su gran obsesión, esa Europa precedente con su carga de terror y con el estallido de esperanza que se abrió tras las contiendas, una esperanza apoyada en el convencimiento del avance, de la mejora, de la luz, por fin, que llegaba con la instauración de las democracias constitucionales.

Imagen de Albert Camus

Quienes no le hayan descubierto encontrarĆ”n estimulante este nuevo recorrido, pero harĆ­an bien en acercarse primero a alguno de sus libros anteriores, siendo en mi opinión recomendable para entablar o con su discurso ese testamento ya citado que levantó a pesar de la fatiga, del dolor, de la enfermedad, y, sin duda alguna, ā€œAlgo va malā€, el mĆ”s conocido de sus ensayos, especialmente atrayente por su capacidad visionaria. Judt supo ver anticipadamente de quĆ© forma los habitantes del siglo XXI Ć­bamos a ser atrapados en las garras del capitalismo, en el cinismo de gobernantes mĆ”s preocupados por defender los intereses de la banca que los derechos de los ciudadanos. Supo ver de quĆ© manera el planeta estaba siendo demolido ante la ceguera de esos poderes que preferĆ­an seguir adelante, sin freno, con sus negocios y especulaciones, antes de aceptar el peligro de realidades como la del cambio climĆ”tico.

Firme defensor de las sociedades del bienestar, convencido de que lo mejor era la socialdemocracia, pero crĆ­tico con sus inconsistencias, con su alejamiento de las ideas de la izquierda, Tony Judt ya sospechaba de quĆ© forma tan acelerada ese modelo se iba deteriorando cada vez mĆ”s. Cuando murió, aĆŗn no eran tan escandalosas las cifras del paro en los paĆ­ses del Sur, ni las estadĆ­sticas sobre el aumento de la desigualdad tan alarmantes. AĆŗn no se cerraban las fronteras a los emigrantes de un modo tan deleznable ni los enfermos europeos sin dinero temĆ­an verse despojados de sus tratamientos, pero el desencanto ya flotaba en el ambiente y tambiĆ©n la sensación de que todo podĆ­a empeorar. Judt fue de los primeros en aportar perspectiva, argumento, a esa frustración. Publicado en nuestro paĆ­s en 2010, ā€œAlgo va malā€ es, en cierto modo, el el Ćŗltimo paso de una trayectoria abarcadora, la aproximación a lo que habrĆ­a de llegar, a lo que ya estĆ” sucediendo, despuĆ©s de un larguĆ­simo paseo por los laberĆ­nticos corredores del pasado, de la Historia reciente.

ā€œNo podemos seguir viviendo asĆ­. El capitalismo no regulado es el peor enemigo de sĆ­ mismo: mĆ”s pronto o mĆ”s tarde estĆ” abocado a ser presa de sus propios excesos y a volver a acudir al Estado para que lo rescate. Pero, si todo lo que hace es recoger los pedazos y seguir como antes, nos aguardan crisis mayores durante los aƱos veniderosā€, seƱalaba Judt. Todo es lucidez en ā€œAlgo va malā€, desde el principio,  desde la cita de Tocqueville que el autor toma para encabezar la introducción a su libro: ā€œNo puedo evitar temerā€, escribĆ­a el polĆ­tico e historiador francĆ©s, ā€œque los hombres lleguen a un punto en el que cada teorĆ­a les parezca un peligro, cada innovación un laborioso problema, cada avance social un primer paso hacia una revolución, y que se nieguen completamente a moverseā€...

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Tony Judt, el precio del compromiso